Una jubilada británica ha lanzado una campaña en Internet para intentar que la cadena de supermercados Tesco deje de reemplazar al personal de las cajas por robots. Esta clienta denuncia que esas cajas no están pensadas para personas que no tienen tarjeta o usan efectivo ni para personas mayores o discapacitadas. A raíz de esta protesta, muchas personas han mostrado su rechazo hacia estos aparatos. Y es que a veces, lo que pretende ser una mejora de experiencia para el cliente, resulta ser todo lo contrario.
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